Para contribuir a reducir los plásticos de un solo uso, Simón Díaz, investigador de la Universidad Nacional de Colombia (Unal) desarrolló un bioplástico producido con ñame morado, fruto poco consumido en Colombia y que alerta sobre el estado de los alimentos que contiene.
Para obtener el bioplástico que se usa como una película flexible para cubrir cualquier tipo de fruta, verdura o queso madurado, Díaz primero hace una harina de ñame que después procesa. Él comparte que a diferencia de las películas convencionales con las que se recubren los alimentos, este desarrollo repele mejor el agua y soporta el calor. Aún hay más, las propiedades del ñame morado se diferencian de otros desarrollos similares.
“Al final de la investigación determinamos que sí podríamos hablar a futuro de un empaque inteligente, que le brinde información al consumidor. Por ejemplo, si una fruta envuelta en el bioplástico de ñame morado cambia su pH porque se avinagra, el consumidor podrá saberlo solo por el cambio de color del empaque”, explicó Díaz.
Con el desarrollo comprobado, el investigador y la Unal están abiertos a mostrar este proceso a la industria de alimentos en Colombia para que vean este tipo de empaques como una alternativa. Este bioplástico se descompone en 18 meses.