Para que los productores obtengan un mejor rendimiento y competitividad en sus cosechas, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) trabaja en el mejoramiento de diversas variedades de la flor de jamaica.
Actualmente se desarrolla el cruzamiento entre plantas criollas -tecoanapa y sudán- y una selección de ciclos de mayor productividad y demanda en el mercado -estrella costeña y patriota-.
El INIFAP detalló que, por sus características, la variedad estrella costeña es una buena opción productiva para el clima de trópico seco. Esta planta presenta un rendimiento promedio en monocultivo de mil 300 kilos por hectárea de cálices deshidratados. Se produce en un sistema orgánico lo que le da un valor agregado, pues los consumidores llegan a pagar hasta 250 pesos por kilo de cálices deshidratados a granel.
Respecto de la variedad patriota, los estudiosos señalan que es tolerante a la enfermedad pata prieta, causada por los organismos P. parasitica y F. oxysporum. Esta flor tiene 27 cálices por planta en promedio y su rendimiento en monocultivo es de mil 100 kilogramos de cálices deshidratados por hectárea.
Ambas variedades contienen fibra, carbohidratos, proteínas, aminoácidos esenciales y no esenciales, fenoles, ácidos fenólicos, y vitamina C (la mayor concentración se presenta en las variedades no pigmentadas).
Los cálices de jamaica son un potencial antioxidante por retener radicales libres y regular o disminuir la actividad oxidativa, también eliminan sustancias tóxicas del cuerpo, regulan la presión en la sangre, previenen complicaciones cardiovasculares, reducen el contenido de colesterol de baja densidad y tienen efectos antiinflamatorios.