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Consumo Consciente Y Ecoactivo, Reaviva Boom De Ventas A Granel

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Consumo consciente y ecoactivo, reaviva boom de ventas a granel

Tras la pandemia, disminuyeron las ventas de alimentos a granel. Sin embargo, son los consumidores preocupados por el medio ambiente los que impulsan esta categoría. En 2030, más de la mitad de los hogares mexicanos serán ecoactivos.

El auge para las compras a granel llegó a México entre 2017 y 2019. Las legislaciones comenzaron con las prohibiciones de las bolsas de plástico y a esto se sumó un inusitado interés de la sociedad civil por los movimientos cero residuos (zero waste). Como nunca, la sociedad se replanteó el impacto de los plásticos en el medioambiente.

“En parte fue motivado porque en esos años comenzaron las prohibiciones de plásticos de un solo uso”, explica Ornella Garello, campañista de Océanos sin Plásticos de Greenpeace México.

Zero Market, tienda a granel que promueve el consumo de productos sustentables, abrió en 2017 en la alcaldía Coyoacán de la Ciudad de México. “Fuimos la primera tienda zero waste en México, junto con otra más”, recuerda Jade Villagómez, fundadora de la empresa. Al principio, resultó difícil explicar el concepto. Las personas le preguntaban: “¿Vas a abrir una tienda de abarrotes?”. No. “¿Entonces es como un tianguis?”. No.

En Zero Market ofrecen cereales, condimentos, granos, frutas, verduras, semillas, harinas, aceites, pastas y muchos más alimentos a granel. También venden otros productos de bajo impacto ambiental, como por ejemplo: productos de limpieza, cosméticos, pañales para bebé y alimentos para mascotas. Los clientes pueden llevar sus propios recipientes o llevar sus productos en los envases de vidrio (reutilizados y reutilizables) o en las bolsas de papel que pueden encontrar en la tienda. La idea es la misma: evitar al máximo la generación de residuos.

Las tiendas a granel y su misión de reducir, en especial, el consumo de plásticos comenzó a permear por todo el país. “La gente comprendió el concepto y se abrieron muchísimas tiendas. Sí había una tienda en cada colonia de la CDMX”, estimaba Jade.

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Consumo consciente y ecoactivo, reaviva boom de ventas a granel

Así le pegó la pandemia al consumo a granel

Los años de pandemia fueron difíciles para este movimiento. “Las grandes empresas de alimentos promovieron el discurso de que te podrías contagiar por tocar los productos”, opina Ornella Garello. Durante la parte más difícil de la contingencia sanitaria, ir a comprar unos gramos de pasta a granel (que quién sabe quién tocó, o tosió) o comprar pan en anaqueles expuestos al público, para la enorme mayoría de las personas no sonaba a una buena idea. De hecho, teníamos miedo. “Productores e importadores de plástico promovieron que todo tenía que estar empaquetado en plástico para evitar contagios”, agrega la activista de Greenpeace México.

Jade Villagómez coincide en que la pandemia afectó a su gremio y señala que incluso en muchos países se prohibió la venta de alimentos a granel. “En México, muchas tiendas con menos experiencia, tristemente, tuvieron que cerrar por la falta de ventas”, comenta.

En Zero Market bajaron las ventas en 20%. La experiencia al cliente tuvo que cambiar: la gente ya no podía pasear por la tienda, tomar la palita y servirse lo que querían. El equipo de Jade tenía que hacerlo por ellos.

El poder adquisitivo también fue un factor que modificó los hábitos de los consumidores a granel. La gente limita su consumo a los alimentos básicos y disminuye el de otros menos esenciales o indulgentes, como frutos secos o dulces.

Ahora, los mexicanos compramos a granel para ahorrar dinero

Pasados los días de mayor zozobra que trajo el COVID-19 y cuando comprendimos que podíamos manipular los alimentos sin ponernos en riesgo, el consumo a granel se recuperó. De hecho, todas las categorías se reanimaron: alimentos, bebidas, cuidado del hogar y cuidado personal.

“Las ventas a granel han venido creciendo de manera importante en los últimos tres años”, adelanta Juan Carlos Jouve, director de Servicio a Clientes de Kantar México. De acuerdo con datos de esta firma de investigación de consumo, en 2020, el consumo a granel representaba 7.4 pesos de cada 100 pesos que gastaba un hogar. Ahora, con cierre de información a febrero 2023, el consumo de granel tiene una participación de 9.2%.

En México, tanto niveles económicos altos como bajos consumen alimentos a granel. Pero el comportamiento y las necesidades de compra son distintas. Los niveles altos tienden a desarrollar más categorías de indulgencia: helados, galletas, postres y snacks. Los niveles más bajos van por categorías más ligadas a los básicos culinarios: aceites comestibles, cereales y consomé de pollo.

“Ojo con el ahorro, en el caso del consomé de pollo el ahorro puede ser del 46%”, destaca Jouve. De hecho, la inflación y la presión en los bolsillos del consumidor son ahora los principales factores que ahora mismo mueven el consumo a granel: 33% de los hogares dicen que esta práctica de consumo es una de sus principales estrategias para la defensa de su gasto. Aunque depende de qué categoría se analice, en promedio, al comprar comida el consumo a granel puede representar un 20% de ahorro.

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Consumo consciente y ecoactivo, reaviva boom de ventas a granel

El consumo consciente (de nuevo) hará crecer el movimiento

En México, de acuerdo con datos de Kantar, el 15% de los shoppers son ecoactivos, es decir, toman decisiones de compra que consideran el cuidado al medioambiente. Además, detrás viene otro 39% de consumidores a quienes ya les preocupa el futuro del planeta y sólo les falta dar ese paso a la acción.

“Haciendo una proyección hacia 2030, el 50% de los hogares mexicanos serán ecoactivos y tomarán decisiones de compra sustentables”, señala el director de Servicio a Clientes de Kantar México sobre la posibilidad de que la consciencia ciudadana vuelva a ser la principal impulsora del consumo a granel.

Jade Villagómez considera que su movimiento se recupera y crece cada vez más:  “Ya hay más información. Hay más tiendas zero waste. Ya no es una moda. Es algo necesario”.

Sin embargo, el sueño de que el consumo de alimentos a granel se masifique está aún lejos. En su Informe El supermercado ideal, Greenpeace señala que es viable que estos puntos de venta cuenten con dispensadores a granel y básculas que permiten a la clientela tomar las cantidades de productos que necesitan, echarlos en envases reutilizables (que traen de casa o que se suministran en la tienda) y pagar.

Ornella Garello considera que intereses económicos detienen esta nueva forma de comprar: “Para la industria es más barato vender en envases desechables, que se tiran y ya, (gestionar la basura) es responsabilidad del municipio.” Señala que el pretexto que da la industria es “la dificultad de que la gente adopte la compra a granel”.

Para Juan Carlos Jouve, buena parte del cambio sí está en los compradores: “El consumidor va marcando cómo quiere comprar y en consecuencia las marcas y los detallistas buscan ofrecer esas soluciones. Es cierto que ese cambio de hábito a nivel masivo aún no se da, pero ciertamente vamos hacia allá”. El balón del consumo a granel está en los pies del consumidor consciente. Ya es tiempo de ponerle el pase para gol a la industria. A ver qué hace.

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