El 2024 ya está a la vuelta de la esquina y el mundo del consumo lo recibirá con la inflación que permea en prácticamente todas las economías. Además, en el entorno dominan al menos dos conflictos bélicos de importancia y la polarización de la opinión pública está cambiando el perfil político de las naciones. Todo ello impacta en la forma en la que compramos alimentos y bebidas.
En ese contexto, hay indicadores que se repiten en las listas de tendencias de las investigadoras de mercado y que revelan cómo va a comprar el consumidor de alimentos y bebidas en 2024.
Todos los análisis coinciden en un consumidor que busca precios accesibles, que prefiere marcas que cuiden el medio ambiente, que busca momentos de placer saludable, y que cada día va añadiendo a su lista de compra más y más productos de proteína vegetal. Es un comprador que reflexiona, evalúa, califica y selecciona antes de pagar.
El reto para las marcas no sólo es mantenerse en el gusto del consumidor. Deben evolucionar, perfeccionar sus discursos y, en el mejor de los casos, encontrar oportunidades para crecer.
Los alimentos y bebidas más vendidos seguirán siendo los que logren conectar mejor con sus compradores, adelantarse a sus necesidades y, sobre todo, ofrecer soluciones prácticas, alcanzables y reales.
Estas son las cuatro tendencias que se repiten en los estudios y encuestas que han dado a conocer Mintel, Euromonitor Internacional, Innova Market Insights y Whole Food Market.
1. Precios accesibles, lo más buscado de los “value hackers” en 2024
Para los compradores se trata de garantizar una compra por calidad, si bien haciendo rendir su dinero y aprovechando las oportunidades. De acuerdo con “Global Consumer Trends 2024” de Euromonitor Internacional, “casi 3 de cada 4 consumidores se dijeron preocupados por el aumento del costo de productos cotidianos”. Incluso afirman que se convirtieron en “presupuestarios” por la imperiosa necesidad de negociar su estilo de vida con los costos a la alza.
Bajo este panorama, el estudio expone que los consumidores se convertirán en “value hackers” (locución que podría traducirse como “optimizadores del gasto”). Es decir que buscarán activamente las maneras de minimizar costos sin comprometer la calidad en la medida de lo posible.
Buscan ofertas, pagos con tarjeta de crédito, puntos de canje. “Las empresas deben aumentar los incentivos, innovar en asequibilidad y atender las necesidades conscientes de los costos”. Para Mintel, este pronóstico se inserta en su estudio “Costumer Trends 2024”. En el apartado “Más que valor”, plantean que los compradores construyen una percepción sobre qué significa valor, “son más realistas y buscan un balance entre la calidad recibida y lo que cuesta el producto”.
“La turbulencia financiera a largo plazo y los precios por las nubes limitarán el poder adquisitivo de los consumidores y forzará a muchos a mantener hábitos de compra más conscientes en cuanto a precio”, fue lo que la investigadora de mercado pronosticó para este año y que continuará. Exponen que ello “dará como resultado que las marcas competitivas amplifiquen y capitalicen bajo su legado, sus logros e historias de éxito para demostrar su valor”.
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2. Marcas que cuiden el medio ambiente
La manera en la que se cultivan, procesan, crean y transportan los alimentos está ya dentro de los temas del interés de los consumidores. Son cuestionamientos que antes no se hacían, pero la emergencia climática y el cuidado al medio ambiente son ya un desafío global.
Innova Markets Insights lo identifica como “naturaleza nutritiva”, y en su “Top Ten Food & Drink Trends 2024” señala que el impacto de la producción de un alimento puede ser, incluso, un diferenciador de compra. “Este tipo de historia puede ser un factor de desempate entre productos competidores. Por ejemplo, en los últimos cuatro años, nuestro análisis ha revelado un asombroso aumento anual del 40% en los productos de alimentación y bebidas que hacen algún tipo de declaración sobre el uso del agua”, exponen.
En su análisis, Euromonitor Internacional revela que las preocupaciones medioambientales siguen siendo una prioridad de los consumidores, por lo que las empresas deben ser muy responsables con su comunicación. Esto implica evitar a toda costa la práctica conocida como “green washing”, en la cual las marcas realizan acciones de bajísimo o nulo impacto positivo en el medio ambiente, aunque las promocionan como si fueran una solución decisiva.
Esta mala praxis de las empresas con respecto al medio ambiente, puede contrastar negativamente ante el activismo que los consumidores sí están tomando. “Más del 60% de los consumidores intentaron tener un impacto positivo en el medio ambiente en 2023, pero se dan cuenta de que sus contribuciones individuales para proteger el planeta son limitadas. Algunos consumidores seguirán tomando decisiones sostenibles dentro de sus posibilidades, mientras que otros tal vez no hagan tanto esfuerzo porque se sienten desanimados”.
Pese a todo, las demás investigadoras de mercado coinciden en que el cuidado al medio ambiente sí es una prioridad al momento de hacer la compra.
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3. La búsqueda del placer en los alimentos y bebidas
El momento del apapacho, del abrazo y la satisfacción que se siente al disfrutar nuestra bebida o alimento favorito, también es una constante que se repite en los estudios. Los consumidores buscarán consuelo de lo que les agobia a diario. Esos pequeños espacios de disfrute les generarán alegría.
“Los compradores también buscarán productos que provoquen esas emociones gratificantes. Y buscarán entretenimiento que los entusiasme o experiencias que les sirvan como escape temporal”, explica Euromonitor.
Para Innova Markets Inside, la salud y el placer serán un binomio, pues cada vez se buscan caprichos más saludables. “Uno de cada dos consumidores afirma que prefiere darse un capricho con momentos cotidianos de felicidad que pueda experimentar, junto con un gran porcentaje que disminuye o reduce su consumo de alcohol”.
4. El paso firme de la proteína vegetal
El avance del poder verde: más algas, hongos y semillas; menos proteínas animales. El supermercado Whole Foods Market, publicó por novena ocasión sus pronósticos alimentarios. Para ellos, hay un especial énfasis en los alimentos y bebidas que proporcionen beneficios nutricionales pero que también sean producidos de una manera sostenible: más verduras e ingredientes naturales.
Mencionan que una “cocina de origen vegetal está resurgiendo”, ahí se incluyen semillas, setas, legumbres y frutas, aunque estás últimas en menor cantidad. Acá también tienen cabida las opciones de carnes y mariscos vegetales y el trigo sarraceno, cuya popularidad se ha incrementado en últimas fechas en todo el mundo.