Las razones para instalar un huerto en casa se multiplican: aseguramos la calidad e inocuidad de lo que comemos, su cuidado es una actividad que ayuda a combatir el estrés, los niños aprenden la importancia de cuidar a un ser vivo, los adultos mayores (y en realidad todos) pueden tomarlo como una terapia ocupacional, además le aporta una estética muy agradable al hogar, etcétera.
En los últimos años han surgido empresas que han innovado en el diseño de estas “mini granjas urbanas” para ofrecer experiencias integrales a sus consumidores. Desde la instalación del huerto en casa hasta los cuidados que debes procurar, pasando por la selección de las plántulas ideales para cada hogar y el suministro de sustratos y fertilizantes. Todo para que coseches tus propios tomates y chiles y hagas una buena salsa. Conoce algunas de estas opciones.
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EcoHuerto
El grupo tapatío de pop, Maná, fue en cierto modo parte del origen de este proyecto. La banda estaba involucrada en una iniciativa internacional llamada The Growing Connection, apoyada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), que instalaba huertos en comunidades indígenas. “Yo trabajaba con ellos y en la iniciativa”, recuerda Margarita Álvarez, directora de EcoHuerto. “Maná aportaba parte de las ganancias de sus conciertos y pedían que los huertos se colocaran en Jalisco, de donde son ellos. Comenzamos en la zona de los huicholes.”
Al ver los beneficios que los huertos traían a las personas, Margarita pensó que la propuesta debía expandirse a otros sectores a los que la FAO no tenía contemplado llegar, como las zonas urbanas y periurbanas. Así, en 2011, nació EcoHuerto, una empresa que se define como un proyecto enfocado en el alto impacto social y ambiental.
Desde su sede en Zapopan, Jalisco, Margarita y su equipo ofrecen contenedores especiales, sustratos, plántulas, repelentes y demás insumos para crear huertos en casas, escuelas, centros comunitarios y asociaciones civiles. Es decir, para cualquiera que quiera entrar a este mundo.
Parte importante de su propuesta son sus contenedores que son todo un sistema de siembra de alta productividad. Los contenedores EcoHuerto están inspirados en las chinampas: cuentan con un contenedor de agua al fondo del recipiente; en seguida, una rejilla sobre la que se colocan el sustrato y las plántulas. A través de un tubo de llenado se suministra el agua y ésta sube a las plantas por capilaridad, nos explica Álvarez: “Es lo mismo que pasa cuando metes un extremo de una servilleta a un vaso con agua: luego de unos minutos, la servilleta terminará empapada”.
Los contenedores son fáciles de instalar y de mover. “En una terraza, en el patio, en un espacio en la azotea… Sólo necesitas cualquier área soleada y un poco de tiempo que le dediques”, comenta Margarita Álvarez. “Hacer que tu huerto produzca no es complicado y es algo que, de verdad, cuando le agarras el modo, lo disfrutas muchísimo”.
Los precios de tener un EcoHuerto, es decir, un contenedor con sus plantas listas para ser cuidadas y crecer, varía dependiendo del tipo de plantas que se deseen y que sean viables de acuerdo con el ambiente, pero un buen promedio serían 900 pesos. La empresa también ofrece talleres para quienes desean especializarse en la materia con un costo que ronda los 800 pesos. EcoHuerto cuenta con distribuidores en la Ciudad de México y Cuernavaca.
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Granjas verticales
La idea en un principio era llenar las azoteas del centro de la Ciudad de México de granjas verticales para producir hortalizas y ser proveedores de restaurantes y tiendas. Hace seis años de eso, pero el mercado no estaba preparado para una innovación de ese tipo.
“Decidimos reenfocar el proyecto y llevar las granjas verticales a las casas para que cada quien pueda sembrar sus propios vegetales”, recuerda León Bojalil, director general de Granjas Verticales. La empresa nació en 2018 bajo ese concepto.
También al inicio de este emprendimiento había dudas de la gente: “¿Por qué se llaman Granjas Verticales? En las granjas crían pollos”, les cuestionaban. “Era gracioso tener que explicar que era nuestra traducción de vertical farming, que es cultivar de manera vertical. Hoy ya nadie nos pregunta eso”, comenta Bojalil. Ahora el mercado y los consumidores están mucho más abiertos a la posibilidad de impactar positivamente desde casa en la forma en que se producen y conciben los alimentos en las ciudades.
León Bojalil y su equipo llevan a los hogares toda la tecnología de las granjas verticales, esa industria que está por revolucionar la labor de cultivo en el campo. La propuesta de Granjas Verticales se basa en la aeroponía, que es el proceso de cultivar plantas en un ambiente aéreo sin necesidad de tierra.
Sus granjas están hechas de plástico resistente a los rayos UV, no contaminante y de grado alimenticio. Otra de sus ventajas es que se riegan automáticamente, al conectarse a la corriente eléctrica. Su granja vertical más pequeña, por ejemplo, ofrece la posibilidad de hacer crecer hasta 20 plantas. La más grande tiene una capacidad de 32 plantas. Sus precios van de 17 mil a 19 mil pesos. También cuentan con una opción más pequeña llamada Nano Granja, que es más como un huerto tradicional, pero con riego automático y luz led integrada para poder ubicarla incluso donde no haya sol. El costo de la Nano Granja es de 5 mil pesos y tiene capacidad para seis plantas.
En estas granjas se pueden sembrar plantas tradicionales como lechugas, acelgas, apio, chiles, jitomates y hasta pepinos… Estamos muy enfocados en los consumidores que buscan comer vegetales sin pesticidas y de una forma más natural, pero también contemplamos el mercado foodie, donde entran las personas que adoran el buen comer”, comenta León Bojalil.
Para estos clientes, destaca el director general de Granjas Verticales, se han empeñado en tener productos gourmet. “Para muchas personas es una experiencia deliciosa llegar y cortar, de su Nano Granja, acedera, hierbas aromáticas exóticas, kales o arúgulas. Es algo que valora mucho quien gusta de cocinar comida gourmet y experimentar en la cocina”.
La empresa se encarga de proveer, con costo adicional, las plantas, insumos, accesorios y asesoría técnica que se requieran para el mejor rendimiento de las granjas. “Para quien se le mueren las plantitas, aquí la tecnología y nuestro soporte lo hace fácil. Las clases que nosotros damos son ‘antimatacactus’”, concluye Bojalil.
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Heirloom
No hay una palabra en español que traduzca correctamente el término heirloom, pero es equivalente a “cultivo tradicional”. Para los hablantes del inglés, los vegetales heirloom son aquellos que no están genéticamente modificados. Son aquellas variedades heredadas de generación en generación y que han cambiado de manera natural con respecto al producto estandarizado.
Cecilia Armijo es ingeniera agroecóloga y directora de Heirloom, consultora especializada en el diseño e implementación de sistemas alimentarios sustentables, huertos orgánicos y asesoría agrícola. “Durante la carrera, tenía dos grandes intereses profesionales: la agroforestería, que implica estar 100% en el campo, y el tema urbano. Me encanta la ciudad. Puedo estar tanto en el campo como en la ciudad, pero el dinamismo de ésta siempre me interesó”, comparte.
Armijo decidió que podía desarrollarse mejor de manera profesional desde la urbe y además combatir ese desapego que tienen muchos citadinos hacia los temas ambientales y del consumo de productos naturales. Heirloom es su propuesta para ello desde 2015. En principio, Heirloom ofrece paquetes para que cualquiera pueda tener en casa lo que ellos llaman un oasis comestible.
El kit completo incluye: mesa de cultivo de madera con armazón de metal, sustrato de siembra orgánico, hierbas aromáticas a elegir (hasta 10 plantas) y un set de germinación que incluye cinco variedades de semillas y almácigo (un semillero donde se siembran y cuidan las plantas hasta que llega el momento de transplantarlas). El costo por este kit es de 6 mil 380 pesos e incluye el estudio del espacio destinado al huerto ideal, el diseño del mismo para que sea productivo, estético y práctico y la entrega e instalación en CDMX y su zona metropolitana.
El metal y la madera con que están hechas sus mesas de cultivo provienen de fuentes orgánicas, reutilizables y reciclables. También están impermeabilizadas para que sean resistentes a la intemperie. “Además, les damos a las personas capacitación y asesoría constantes. Antes, el seguimiento era 100% presencial. Ahora lo hacemos de manera híbrida, presencial y online, y nos ha funcionado muy bien”, comenta Cecilia.
Al instalar el huerto, Heirloom imparte un minitaller en el que enseñan prácticas básicas de abono, riego, poda, cosecha y mantenimiento en general del huerto. Y si a tu huerto le cae una plaga, el equipo de Cecilia Armijo está disponible para ayudar. Todo ello también está incluido en el precio.
Hortalizas, zanahoria, tomates, chiles, albahaca e incluso árboles frutales como limón, mandarina y granada pueden cosecharse en las mesas de esta empresa. Toda una experiencia y un cambio de vida para los citadinos a través de la agricultura. Heirloom también brinda servicio a restaurantes, escuelas y a algunos pequeños productores en el campo.
