Crear alimentos procesados no tiene que estar ligado a un consumo indulgente y poco saludable. Hay soluciones para fortificar productos con las vitaminas y minerales que los nuevos consumidores buscan.
Reformular un alimento para hacerlo más sano enfrenta al negocio con la ética. Para entender las implicaciones de este conflicto, platicamos con el nutricionista español Aitor Sánchez, una autoridad en reformulación en las multinacionales.